CAPITULO I / El Origen...
Temuco Marzo 2004
Me encuentro en la casa de mi Madre Ubicada en Temuco, capital de la Región de la Araucanía, nací aquí el año 1975 y una vez terminada mi carrera de Diseño en la Universidad Católica de Temuco me he desempeñado en algunas Fabricas de Muebles que en esta zona proliferan debido a la gran cantidad de materia prima que proveen los otrora bosques vírgenes hoy sembrados con Eucaliptus y Pino, he tomado un antiguo libro que está en la nutrida Biblioteca de la Casa. Un libro de tapa verde el cual hace años se topa conmigo cuando me acerco a la biblioteca, el título es "Diez Años en Araucanía" de Gustave Verniory la imagen de un tren a vapor garabateada no me llama la atención, pero ya son muchas las veces que lo he tenido en mis manos, le daré una oportunidad, recuerdo no haber podido parar de leer, todo en ese libro me sonaba conocido y el ambiente de aventura Far West me ilusionó mucho. Tiempo después de leerlo me mudé a la ciudad de Victoria, distante unos 60 km de Temuco y las aventuras de Gustave Verniory cobraron Vida.
Victoria Mayo 2004
La ciudad de Victoria hoy cuenta con una población que supera los 32.000 habitantes, dista mucho de la ciudad que recibió a Gustave Verniory en Marzo de 1889, él describe la ciudad como "Curiosa" con solo unas precarias casas alrededor del fuerte. Se hospeda en el "Gran Hotel Alemán" atendido por sus dueños un matrimonio de Apellido Niedmann, del cual no se dán muchos detalles alentadores, pues bien, se trataba de Franz Wilhelm Niedmann Gahren y su esposa Lonise Rayes cuyo origen es Alemán Suizo y provenían de un largo periplo por Perú y Bolivia, sus descendientes aún se encuentran en la Ciudad hasta el día de hoy. Debido a que en esa época era normal que los recién llegados cambiaran constantemente de domicilio es difícil concluir donde se hallaba el “Gran Hotel Alemán” que Verniory menciona con ironía debido a que sus instalaciones eran precarias para 1889, pero con datos aportados en la bitácora puedo definir donde aproximadamente Gustave inició su estadía en Victoria, tomando en cuenta que la Plaza de Armas en esa época debe haber medido 200 Metros de largo por 100 de ancho ya que por lo general se destinaban a maniobras de la tropa, por su flanco norte tenía el fuerte y frente a este se acostumbraba destinar terrenos a la Iglesia y servicios públicos por lo que la posible hubicación del Hotel Alemán son calle Miraflores entre Baquedano y Condell o calle Chorrillos entre Baquedano y Condell.

Vista de la Ciudad de Victória hacia 1900, se aprecian las primeras divisiones de terreno y la arquitectura de la epoca. fotografía extraída del grupo Recontruyamos Victoria desde la memoria
Hoy la Plaza de Armas está ubicada más al Sur de la Ciudad ya que ésta creció orientada hacia la estación de ferrocarriles que se construyó en ese extremo, la antigua plaza, con los años, quedó abandonada, hoy es un lugar periférico de la ciudad con una longitud Standard de 100 X 100 Mts, está flanqueado al norte por un hospital, al sur por un convento que hoy es también un colegio (Santa Cruz), las veredas este y oeste son casas privadas.
La actividad comercial de la Araucanía hoy está dominada por su capital Temuco y Victoria funciona como ciudad dormitorio, es decir gran parte de su población labora en Temuco y se moviliza principalmente en bus (1 Hora) también existe la posibilidad de hacer el recorrido por medio de un tren que realiza servicios diarios.
La arquitectura de la ciudad hoy transita entre lo moderno y lo tradicional, casas construidas en madera de un piso con su tejado a cuatro aguas y forradas en microzinc se mesclan con edificios vidriados y Hormigón.

Arriba: Imagen de la Cervecería y Destilería Gillermo Otto, Victoria
Imagen obtenida del sitio http://chiledel1900.blogspot.com/

Arriba, Familia Niedmann: De pié de izquierda a derecha; HELMUTH NIEDMANN BARBERT, ROSALINDA BARBER WEITES , LUIS NIEDMANN WAITES, GEORGINA TOY. Sentados de Izquierda a derecha; CHISTIAN HERMANN FRANZ NIEDMANN RAYES, GUILLERMO FRANCISCO NIEDMANN BARBET. Fotografía gentileza de Cristian Niedmann Hernandez.


Carrunchos o Carrilanos en manteción de las líneas cerca de Victoria. Archivo del Autor

Línea férrea cerca de Victoria, se aprecia lo precario del servicio provisorio. imagen exraida del grupo reconstruyamos Victoria desde su memoria.

Estación de Victoria. Archivo de Autor

Tren en Estación de Victoria. Archivo del Autor

estación de Victoria, Del libro de Retratos de Jorge Tellier, de Patricia García Villarroel
Agosto 2004
Ya termina el Invierno en el hemisferio sur pero en estas latitudes el frío no pretende retirarse, las temperaturas son bajas y la lluvia abundante, las "Heladas" son frecuentes, no puedo imaginarme las condiciones a las que se enfrentó Gustave al llegar a Victoria sin ropa adecuada, montado en un caballo provisto por su nuevo amigo Otto Reich en Collipulli, completamente perdido en La Frontera y sin ser recibido por su Jefe el Ingeniero Luis Robert De La Maothiere quien a la llegada de Gustave se encontraba en Temuco, El escenario es curioso para quien llega del viejo continente donde la modernidad y la industrialización hace parecer a la Araucanía como un rincón olvidado del Universo. Las calles son de barro y los árboles recién desmontados para trazarlas hacen que en ellas hayan grandes socavones que cubiertos de barro en invierno hacen del tránsito, incluso a caballo, sea una odisea solo para expertos, las calzadas están limitadas por tablones, las casas y negocios están construidas con materiales ligeros al rededor del Fuerte en la Antigua Plaza de Armas, como se le denomina a la explanada central de las ciudades, debido a que en ellas se reunían las armas para defender los emplazamientos. Si tuviéramos que buscar un arquetipo para imaginar Victoria en 1889 es la del típico pueblo del Far West de Hollywood, su extensión era de solo una treintena de Manzanas o bloques y los asuntos de la ley se arreglaban entre caballeros o a tiros.
Aun con un incipiente comercio, Victoria en 1889 tenía una Cervecería y un Molino instalados por colonos Alemanes (Guillermo Otto), pero la escena la dominan los aserraderos que depredan la Selva a pasos agigantados, tanto así que en diez años, mientras se retira de la Araucanía Verniory describe con asombro la desaparición de la tupida selva, solo diez años tomó la transformación de esta zona virgen, en un territorio comercial.
Los territorios se entregaban gratuitamente a los colonos con el compromiso de cercar y construir en un plazo determinado, según los registros del Archivo Nacional se les entregaban para comerciar 20 Hectáreas y 20 Más por cada Hijo entre 15 a 21 años, más 80 Tablas para construir, provisión de clavos y algunas herramientas para cultivo y construcción.
En la Plaza Principal Gustave sitúa también la "Casa Francesa" una cadena de tiendas administradas principalmente por Vascos, en el caso de la de Victoria estaba comandada por Pedro Tihista. Estos establecimientos cumplían diversos roles, desde la venta de insumos básicos como ollas y velas hasta comida e insumos de ferretería.
Pero un rol poco conocido y que queda explícito en los relatos del libro es el rol social de estos establecimientos ya que aquí se reunía la ciudadanía común tanto colonos como criollos y algunos Mapuches que se integraban a la nueva comunidad, como en las calles el lenguaje era variado ya que según se relata se escuchaba hablar Francés, Alemán, Inglés, Irlandés, Ruso, Español, Italiano y Mapudungún por lo que servían para unificar a la sociedad en torno al comercio, hacían las veces de Club Social. En Victoria y en otras Ciudades de la Araucanía aún se mantienen establecimientos con el nombre de "Casa Francesa" como lo comprobamos, claro, ya no con el carácter de las de aquellos años pero subsiste el nombre como marca representativa de la idiosincrasia Regional.
Otro aspecto digno de conocer y estudiar en las ciudades de la Araucanía son los cementerios, en el caso de Victoria este se encuentra en la zona Norte de la ciudad y cuenta con notables monumentos de Arquitectura que reflejan el pasado ostentoso de los habitantes de la Región. La visión del 2004 dista mucho de lo percibido por Gustave que describe el cementerio como "Un claro sin cierros cercano a la ciudad, el espectáculo es macabro. Hubo recientemente una epidemia de Viruela; Los cuerpos fueron enterrados a poca profundidad y sin ataúdes, los perros han desenterrado buen número de cadáveres, cuyas osamentas roídas siembran el suelo”.
En un paseo por el cementerio uno puede darse cuenta de la evolución cultural de las ciudades apreciando la diversidad de estilos arquitectónicos que aparecen según la data del fallecimiento, cabe destacar que en el plan de colonización de la Araucanía fueron traídos desde Europa Albañiles Españoles y Portugueses, Canteros Italianos y Canadienses y Carpinteros escoceses entre otros por lo que al momento de velar por el mausoleo familiar daban muestra de sus habilidades, de esta manera hay mausoleos de finales del siglo XIX de gran factura pero no necesariamente pertenecen a Familias Acomodadas sino a sencillos Albañiles o canteros.


Actual Plaza de Armas de Victoria. Archivo del Autor
Dos tomas de la Casa Francesa de Victoria, sector Estación.
Archivo del Autor

Plaza de Armas hacia 1900. Del libro de Retratos de Jorge Tellier, de Patricia García Villarroel






Varias tomas del Cementerio de Victoria.Archivo del Autor

Victoria, Septiembre 2004
En algunas incursiones por la ciudad me he fijado más en los rastros de la Arquitectura de finales del siglo XIX, siempre guiándome por los relatos de Gustave, por lo que centro mi búsqueda en el Noroeste de la ciudad donde se emplazaron las primeras manzanas, hago un análisis del plano de la ciudad donde se aprecia claramente la dinámica de desplazamiento u ocupación poblacional, las primeras manzanas o cuadras diseñadas están al rededor del fuerte respondiendo a la necesidad de protección, una vez que el tren hace su aparición y la estación es fijada territorialmente toda la atención se centra en ella, así es como poco a poco Victoria dejó su centro comercial alrededor de la antigua plaza y se volcó hacia el sur donde la estación de ferrocarriles que era el centro comercial y lo es hasta hoy, alrededor de ella se comercian insumos y existe gran cantidad de restaurantes y estaciones de buses que comunican a la población con el resto de las regiones del país, en este sector se encontraba la Plaza “Los Robles” un lugar olvidado de dios, para 1889 uno no se podía pasear sin llevar un revolver, pero ya en 1895 con la estación de ferrocarriles construida fue llamada a ser la Plaza de armas de la ciudad.
La mayoría de las ciudades fundadas en esta época se repite la explosión demográfica y la dinámica de ocupación territorial descrita, si bien hoy los crecimientos están enfocados hacia los nuevos polos comerciales como carreteras y aeropuertos, la estación de ferrocarriles sigue siendo un punto de encuentro entre la ruralidad y la urbanidad, el ferrocarril ha sido desde su inserción en la región un polo de atracción cultural.
De la Ciudad descrita por Gustave ya queda poco en Victoria, solo en torno al antiguo Fuerte (Cárcel Pública) se aprecian casa construidas con materiales y arquitectura de la época, estas se diferencian por su planta cuadrada y sus techos a cuatro aguas, esto responde a que en esos años no existían arquitectos dedicados al diseño civil por lo que los constructores tomaban por lo general como diseño los planos de las estaciones de ferrocarriles y adaptaban el interior para habitación, por lo tanto es recurrente, aunque cada vez menos, ver construcciones con esas características. En cuanto a sus materiales hay uno en particular que caracteriza a las casas construidas a finales del siglo XIX, es el Zinc Micro-ondulado, muy común en la época se usaba tanto en techos como en revestimientos exteriores y respondía muy bien a la rudeza del clima de la Frontera, este dejó de fabricarse en chile a comienzos del siglo XX por lo tanto estamos hablando de un material muerto que en demoliciones se pierde como chatarra. Otra característica fundamental son los barrotes en las ventanas, estos estaban embutidos el marco y eran de "fierro dulce" o macizo ya que no existía la soldadura y los remaches eran un lujo no apto para las construcciones civiles, los radieres o cimientos de mampostería estaban reservados solo para los edificios importantes, las casa por lo general tenían suelo de tierra apisonada.
Durante el recorrido por esta zona de la ciudad me detengo en calle Tacna, que fuera la antigua calle de entrada a la Ciudad y por donde Gustave debió cruzar los primeros días de Abril de 1889 después de un penoso viaje a caballo desde Collipulli que realizo acompañado por Fidel Urrutia (hermano de Gregorio) cruzando por el valle del Malleco donde hoy se encuentra el popular viaducto del mismo nombre, la calle pareciera detenida en el tiempo, es de tierra, baja desde el plano de la plaza en una suave pendiente hasta la cuenca del río Traiguen.
Una Historia que relata en su libro Gustave referente a la recuperación de caballos robados por cuatreros en Lautaro e incluye una persecución a caballo por las praderas al Oeste de Lautaro involucra a un Colono Suizo llamado Bernardo Strickler de quien para mi sorpresa encuentro a un descendiente en la ciudad de Victoria. El señor Gustavo Strickel de cerca de 80 años, aún recuerda la sacrificada vida que llevaban en la Araucanía a principios del Siglo XX y me da algunos datos para seguir mi recorrido. Aunque su mente y su oído no es el de antes me sorprende su disposición a recordar, le agradezco a su familia y a él por permitirme compartir esos recuerdos y posar para mi cámara dejando evidencia de las raíces que sus antepasados dejaron en estas tierras .



Callejón en sectro estación Victoria. Archivo del Autor
Tacna, antigua Calle de ingreso a la ciudad , de Victoria.Archivo del Autor

Bosquejo del entorno de la Plaza de Victoria hacia 1889. Archivo del Autor
Casa de la época, Victoria. Archivo de Autor



Gustavo Strickler año 2004, Victoria. Archivo del Autor
Etiqueta de cerveza Francisco Niedmann.
Publicidad de Pilsener Gullermo Otto.
En general la gente con la que me entrevisto no tiene un conocimiento acabado de sus antepasados o datos sobre la cultura ancestral así que aprovecho cada encuentro como el realizado con la familia Srickler al máximo. en esta etapa logro definir con ellos la ubicación de algunas casa de la época que podrían ser de interés y la posible ubicación del hotel Alemán y la casa de las oficinas donde inicialmente residió Gustave en Victoria, el primero pudo estar ubicado en la cuadra cerca del actual gimnasio que se encuentra en la plaza fundacional, pero la segunda edificación es muy difícil de rastrear, solo a través de los datos de la bitácora se puede rastrear a Celestino Pérez quien fuera vecino de esta oficina y quien le presentara a Petrona Fuentes "Doña Peta" una mujer que sería el brazo derecho de Gustave hasta su partida, en materias domésticas y de quien nos enteraremos más adelante que adquirió una propiedad en Temuco que fue de Gustave, de Don Celestino supimos que fue Tesorero de la delegación de Victoria pero nos fue imposible dar con descendientes hasta el momento o alguna dirección que nos ayude a dar con la ubicación exacta de las oficinas, solo datos de compraventa que pudimos ver en los archivos de bienes raíces, como buen comerciante Don Celestino tenía varias propiedades en distintas partes de la ciudad pero sospechamos de las más próximas a la Plaza de Armas original que son sitios en las manzanas 20 y 25 la ubicación de su casa nos dará luces para determinar el lugar donde se encontraban las oficinas de la comisión del ferrocarril Victoria-Temuco.
En el mes de Septiembre se celebra la fiesta nacional de la independencia y cabe hacer un "Aro", como se denomina a la pausa entre una cueca y otra, para hablar sobre las costumbres del siglo XIX en lo que a celebrar el "18 de Septiembre" se refiere.
La celebración de las fiesta patrias en palabras de Gustave era motivo de suspensión de todas las actividades y se realizaba entre el 18 y el 22 del mes de Septiembre costumbre reducida hoy a tres día del 17 al 19. Lo que también se ha perdido es el baile de la cueca que solo se baila en esta fecha con mayor frecuencia, al contrario, en la última década del siglo XIX, según los relatos del propio Gustave, las reuniones y celebraciones, incluso entre la alta sociedad, eran comúnmente animadas por mujeres que tocaban guitarra y el arpa cantando con voz aguda temas como el Lirio o los Ojos Negros y Cuecas que amenizaban las tertulias mientras se fumaba gran cantidad de Cigarrillos y Llama la atención del Ingeniero el uso común de Escupideras, estas últimas tan olvidadas como la costumbre popular de tocar guitarra y cantar un una reunión social.
“La cueca es la danza nacional Chilena; es realmente una de las más graciosa y expresivas que uno pueda encontrar. Al principio un canto demasiado lento y triste, que los espectadores animan batiendo las manos y golpeando con los dedos de una manera muy original sobre las cajas del arpa y de la guitarra. Una sola pareja baila, cada uno separadamente, agitando con gracia un pañuelo sobre la cabeza.”
El tema es de lo más pintoresco. Al principio, la dama gira lentamente en torno de la sala con movimientos coquetos y provocativos, el caballero es un torbellino alrededor de ella, implorando una mirada o na esperanza, que ella rehúsa obstinadamente, lo que parece descorazonarlo. La danza se torna fría, indiferente. Entonces le corresponde a la dama enardecerse y animarse más y más hasta girar alrededor de él, altanero y despreciativo. La música se aviva, el caballero vuelve a excitarse y la danza termina en una reconciliación y una perfecta armonía entre ambos”
Diez Años en Araucanía, Gustave Verniory, primera edición
Paginas 143
Lo que si se mantiene es la alegría de brindar, en reiterados pasajes del libro, Gustave hace referencia a la gracia que tenemos los Chilenos en hacer un Brindis por cualquier motivo he aquí un pasaje.
“A la hora de los brindis, la fiesta se transforma en un aniego. Alguien bebe a la salud del dueño de casa, y cada uno bebe un vaso al seco. Digo al seco, porque lo contrario sería una falta al “savoir vivre” . El Señor Illufiz, agradece, nuevo vaso, continua brindando a la salud del señor Verniory, que los honra con su asistencia a esta modesta reunión, este ilustre ingeniero, que aquí, que acá, que acullá. El Ilustre ingeniero que etc, etc, Toma su vaso y hace un pequeño discurso emocionado, en que expresa sus votos al dueño de casa y dice la impresión profunda que siente al participar en una fiesta tan brillante, junto a la élite de la población de la noble nación Chilena. Aplausos atronadores y doble vaso.”
Diez Años en Araucanía, Gustave Verniory, primera edición, Paginas 142-143
Así pude comprobarlo en terreno días después de la celebración de las fiestas patrias.
Mientras me encontraba viviendo en Victoria, el día 23 de Septiembre fuí al Archivo Regional de la Araucanía, ubicado en la calle Miraflores de la Ciudad de Temuco en busca de documentos, planos o fotografías que me dieran pistas sobre los relatos de la Bitácora de Gustave, gran sorpresa la mía cuando le pregunto al funcionario por archivos relacionados a Gustave Verniory me dice que en ese mismo momento hay otra persona buscando lo mismo en la sala de lectura, se trataba del Futuro Arquitecto Jaime Gatica quien en esos días realizaba su proyecto de titulación, relacionado a la Arquitectura patrimonial de la Araucanía, como cualquier otro que busque información sobre la última década del Siglo XIX Jaime había leído el Libro y cuando entré en la habitación tenía en sus manos el antiguo mapa de Lautaro que dibujara originalmente Gustave a cambio de la sesión de terrenos de una Quinta en esa ciudad en 1893, sorprendidos leímos sobre ese plano el nombre de Nuestro Amigo Gustave Verniory Asignando una Quinta en el sector de la estación de Ferrocarriles, tal y como lo describe en el libro. Fuimos al día siguiente a inspeccionar el lugar y descubrimos más de una sorpresa, que serán relatadas más adelante. Pero como lo mencioné anteriormente otro hecho fue el que pude comprobar con este afortunado encuentro y es que la costumbre de brindar en cuanto se nos da la ocasión perdura sin modificaciones, así pues, nos reunimos en el club Social de Lautaro con el Arquitecto Mario Poo, el Historiador Lautaro Cánovas y Aladino González todos conocedores del legado de Gustave en la Región para comunicarles nuestros avances en la investigación y compartir información relevante y por supuesto celebrar los hallazgos, se brindó por la Ciudad de Lautaro, por los Arquitectos presentes, por los Investigadores y, por supuesto, un último brindis por el Ingeniero Gustave Verniory, quien nunca sospechó que más de un siglo después las copas volverían a chocar mientras su nombre resuena en un salón de su querido Lautaro, un último brindis por Veniory!!!

Jaime Gatíca en el Archivo Regional de la Araucanía, Temuco. Archivo del Autor

Detalle del plano de Lautaro trazado por Gustave Verniory el Año 1893 donde se aprecia la ubicación de su Quinta. Archivo del Autor


Cuaderno de campo del autor año 2004. Archivo del Autor

"China" junto al Charrango, Victoria. Archivo del Autor

Charrango, instrumento hecho de una tabla y cuerdas de alambre, tensadas con botellas, Victoria. Archivo del Autor

China Tocando el Charrango con una Herradura hecha de alambre, Victoria. Archivo del Autor
Con esta serie de afortunados encuentros y el comienzo de una amistad duradera se inicia nuestro viaje que pretende no solo conocer más sobre Gustave si no que a su ves revelar como hemos conservado el legado de hombres y mujeres que forjaron la Araucanía, es un viaje en el que buscamos nuestro propio reflejo en las paredes de las casa, las calles y puentes por una región que a la luz de los años sigue siendo una caldera de mixtura cultural, la puerta de entrada al extremo sur de Chile, una zona siempre en conflicto y que sigue siendo “La Frontera”.
Los invitamos a mirar por la ventanilla de este tren que nos llevará a visitar nuestro pasado para comprender lo que somos y no olvidar donde nos dirigimos, crucemos juntos el último puente que nos dejara Gustave Verniory la más sólida de sus construcciones, un puente cultural que nos muestra nuestra identidad.
Reunión en el Club Social de Lautaro. Archivo del Autor